miércoles, 2 de enero de 2013

Un 2012 desaprovechado

Ya estamos en el 2013. El tan cacareado 2012 ha pasado sin pena ni gloria por Cádiz. El mítico el año del Bicentenario de la Pepa, el de la primera Constitución Española, en el que tanto habíamos puesto para el resurgir de la ciudad, ese punto de inflexión hacia la mejora y remonte de Cádiz, ha quedado en el recuerdo del gaditano, por mucho que diga la alcaldesa, con más sombras que luces. Y a los hechos nos remitimos.

Exceptuando los momentos puntuales de actos de relumbrón como la Conferencia de Presidentes y Jefes de Estado Iberoamericanos celebrado en noviembre, el propio día 19 de marzo, la restauración del Oratorio y el centro del Constitucionalismo, poco más. 

¿Qué hemos tenido en Cádiz? Sí, congresos profesionales, muchos, es cierto; exposiciones, sí, algunas (que podrían haber venido en 2010 o en 2015), lo de 2012 ha sido el pretexto, algunas obras muy puntuales (San Juan de Dios, accesos a plaza España, torretas de plazas Sevilla e Hispanidad, Cárcel Real) y poco más. Seamos realistas. Las grandes obras se han quedado a medias. Vayamos por partes.

El símbolo del Bicentenario, lo que la alcaldesa de Cádiz pintó como el icono de 2012 se ha quedado, a medio hacer. Nos referimos al segundo puente. Echó las culpas del retraso al gobierno socialista, pero, desde que entró el PP de Rajoy en Madrid, poco, o muy poco ha avanzado la obra. Ahora, ¡claro está! la crisis manda y dan por bueno el 2014. ¿Y antes con Zapatero no mandaba la crisis? La realidad es la que es, a medio hacer.

La alta velocidad está aún en Santa Justa, desde Sevilla hasta Cádiz, algún desdoble preparado para los trenes más veloces de RENFE y poco más. 

El castillo de San Sebastián, el "otro" icono del Doce se ha quedado en una obra a medias. Con una parte restaurada y sin contenido, el castillo ha estado cerrado a cal y canto todo el año, a excepción de días puntuales con visitas y conciertos. Del auditorio hemos llegado a la nada.

La crisis, nuestros gobernantes, la falta de coordinación entre las administraciones (de vergüenza), han sido algunas de las claves del fracaso colectivo de este 2012. El gaditano ha participado en todo lo que se ha celebrado, se ha echado a la calle, a las exposiciones, conciertos. 

No ha habido ni una sola exposición de Cádiz, ninguna. El Ayuntamiento iba a montar una con Pérez Reverte a la cabeza y la Junta la suya y al final, ni una ni otra. ¿Se ha contado la historia de la Pepa, de las murallas, de la mar? Un no rotundo.

Había proyectos como una exposición de las murallas gaditanas, que propuso Rafael Garófano y se ha quedado en un libro donde se ha recopilado información durante los últimos veinte años. Hubiera sido espectacular. Ni el Ayuntamiento, ni la Junta, ni la Diputación la vio "óptima" para que se pusiera en marcha.

No ha quedado un legado para el futuro inmediato. Bueno sí, un Oratorio que está cerrado y con las llaves en manos de la Iglesia una vez pasado el 31 de diciembre de 2012. ¿Y ahora qué?

Eso sí, la alcaldesa está muy contenta con el año del Bicentenario. Señora Martínez, con qué poco se conforma usted.



2 comentarios:

  1. Que quieres que te diga? se veía venir con los políticos que tenemos... anda ya!!!

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  2. Yo tampoco me he enterado, y después nada de nada. Otra oportunidad perdida

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