martes, 27 de abril de 2010

Buena y conveniente iniciativa


Esta semana puede ser un punto de inflexión en la relación entre Cádiz y los cruceros. Muchos serán los barcos que visiten los muelles de la ciudad para traer a turistas de cruceros. Un nuevo maná que para Cádiz suponen los cruceros.

Desde siempre el puerto de Cádiz había sido utilizado como enlace hacia otras ciudades andaluzas, como Sevilla o de la propia provincia, como Jerez. Sin embargo la tendencia se está reconduciendo hacia Cádiz, y son cada vez más los turistas que se quedan en la ciudad para conocer su historia, su patrimonio, sus costumbres, a sus gentes, su comercio.

Y es precisamente el comercio el que representaba un punto más débil en esa oferta que Cádiz le ofrecía al crucerista. No es de recibo ver a cientos de turistas paseando por las calles y nuestras tiendas cerradas. Al igual que ha pasado, y sigue pasando con monumentos tanto civiles como religiosos.

Si queremos convertir a Cádiz en un puerto base y de escala de categoría, y que esto sirva de revulsivo nos tenemos que poner las pilas para que se quede en este rincón el mayor número posible de euros y eso se consigue con iniciativas como la que estos días va a posibilitar que el comercio esté abierto al medio día aprovechando la avalancha de turistas.

Es de esta forma y no de otra como se conseguirá que cada vez menos autobuses se lleven a otras ciudades a los cruceristas que llegan a Cádiz.

Esta iniciativa es un experimento que sin lugar a dudas saldrá perfecto y hará posible que para próximas ocasiones, que las habrá, se unan más comercios.

Esto es una labor de todos, desde los propios comerciantes hasta las administraciones y los propios gaditanos. La información sobre la ciudad es fundamental para que se queden, pero también lo es que al turista le ofrezcamos no sólo comercios abiertos, también los museos e iglesias, monumentos en general y la catedral en particular y, sobre todo, actividades culturales y de ocio que complementen a los paseos culturales o de compras, música en la calle, teatralizaciones como con el Doce.

Los gaditanos carecemos de muchas cosas, pero de imaginación no. Aprovechemos este maná venido de la mar porque este barco ni debemos ni podemos dejarlo pasar.

domingo, 25 de abril de 2010

¿Celebrando qué?

En la celebración del día de la Pepa, el 19 de marzo, el Ayuntamiento de Cádiz decidió dedicárselo en este 2010 a la ciudad de México. Buena opción, hasta ahí todo correcto.

Una de las actividades celebradas, muchas de ellas han pasado desapercibidas para el gaditano, era "trasladar" la plaza de la Constitución de aquella capital a Cádiz. Al responsable de dichos actos, no se le ocurre otra cosa que pintar en torno a la plaza de España de Cádiz, mediante una línea naranja, la superficie que ocupa la susodicha plaza mexicana, denominada coloquialmente como del Zócalo.

Su superficie de 240 x 195 metros se trasladó al suelo de Cádiz no se sabe con qué intención, sin explicación, eso sí, un mes después, no sólo seguimos recordando dichos actos, sino que el mobiliario urbano, vegetación, aceras y pavimento de la plaza de España sigue pintada como si de un grafiti se tratara.

Es de un gusto muy corto lo que se ha hecho, tal como muestra la imagen, pintarlo todo, hasta los arbustos, las vallas de la obra del aparcamiento de Canalejas, de la rotonda del Candado de los periodistas. Esto no tiene sentido y hoy por hoy la línea naranja sigue ahí, más de uno creerá que es una línea turística como la que este Ayuntamiento ha ido "adornando" las calles de Cádiz desde que entró en el gobierno municipal.

Será un detalle pero con este Ayuntamiento, Cádiz ni puede sonreir, ni puede ser de plata ni está limpia con semejantes "actos conmemorativos" que ni siquiera han sido explicados a la ciudadanía, sino que un día prohibieron el aparcamiento en zonas puntuales de la plaza de España para pintar la línea naranja, para qué, se lo digo yo, para nada.