Esta semana puede ser un punto de inflexión en la relación entre Cádiz y los cruceros. Muchos serán los barcos que visiten los muelles de la ciudad para traer a turistas de cruceros. Un nuevo maná que para Cádiz suponen los cruceros.
Desde siempre el puerto de Cádiz había sido utilizado como enlace hacia otras ciudades andaluzas, como Sevilla o de la propia provincia, como Jerez. Sin embargo la tendencia se está reconduciendo hacia Cádiz, y son cada vez más los turistas que se quedan en la ciudad para conocer su historia, su patrimonio, sus costumbres, a sus gentes, su comercio.
Y es precisamente el comercio el que representaba un punto más débil en esa oferta que Cádiz le ofrecía al crucerista. No es de recibo ver a cientos de turistas paseando por las calles y nuestras tiendas cerradas. Al igual que ha pasado, y sigue pasando con monumentos tanto civiles como religiosos.
Si queremos convertir a Cádiz en un puerto base y de escala de categoría, y que esto sirva de revulsivo nos tenemos que poner las pilas para que se quede en este rincón el mayor número posible de euros y eso se consigue con iniciativas como la que estos días va a posibilitar que el comercio esté abierto al medio día aprovechando la avalancha de turistas.
Es de esta forma y no de otra como se conseguirá que cada vez menos autobuses se lleven a otras ciudades a los cruceristas que llegan a Cádiz.
Esta iniciativa es un experimento que sin lugar a dudas saldrá perfecto y hará posible que para próximas ocasiones, que las habrá, se unan más comercios.
Esto es una labor de todos, desde los propios comerciantes hasta las administraciones y los propios gaditanos. La información sobre la ciudad es fundamental para que se queden, pero también lo es que al turista le ofrezcamos no sólo comercios abiertos, también los museos e iglesias, monumentos en general y la catedral en particular y, sobre todo, actividades culturales y de ocio que complementen a los paseos culturales o de compras, música en la calle, teatralizaciones como con el Doce.
Los gaditanos carecemos de muchas cosas, pero de imaginación no. Aprovechemos este maná venido de la mar porque este barco ni debemos ni podemos dejarlo pasar.
A mi me ha dado la impresión de que no ha servido de mucho que las tiendas abrieran al medio día, no para los gaditanos, que nos vino de perlas, sino para los turistas. Seguramente se creyó que estarían todo el día comprando, ¡somos consumistas pero tampoco tanto!, de todos modos creo que se debe seguir con este tipo de iniciativas, porque este es el futuro de Cádiz, o esta o esta, no hay más tutía.
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