Las prisas nunca han sido buenas consejeras y en el asunto del corte de agua en Loreto se ha demostrado esta máxima.
Los vecinos están deseosos de que el agua fluya de sus grifos pero lo quieren con la total seguridad y eso es lo que exige el SAS.
Al Ayuntamiento de Cádiz le han entrado las prisas porque el tema se le ha ido de las manos por su nefasta gestión: la alcaldesa tardó seis días en aparecer por el barrio, reuniéndose en secreto con los representantes vecinales y a los vecinos, ni agua, nunca mejor dicho.
La última analítica, correspondiente a ayer domingo ha dado positivo y se desvanece la idea que esta misma madrugada algunos vecinos tuvieran agua corriente en sus casas.
La Junta de Andalucía, viendo que Aguas de Cádiz había aportado el informe con la localización exacta del foco de infección iba a aceptar la reanudación del servicio por sectores, como había pedido el Ayuntamiento. Sin embargo esta última analítica da al traste con todo.
La sectorización es buena idea, pero el tiempo le ha dado la razón a los técnicos del SAS. La solución debe ser integral porque esto es un sinvivir contínuo para unos vecinos a los que se le debe poner un monumento por su eterna paciencia y comprensión, a pesar de los pesares, y no convertir este problema en un Gamonal.
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