El icono del Doce ya se viene abajo, ni siquiera lo será del Trece o del Catorce. Ni los de antes hicieron lo que debían y ahora reclaman ni los de ahora van a hacer lo que criticaban entonces, así que, mientras tanto, el monumento a la crisis, a los engaños, a la mediocridad ahí lo tenemos, como baluarte a la opulencia y a la burbuja constructiva de este país.
Pedirán auditorías, papeles, pero mientras tanto, la plataforma va creciendo muy lentamente. Puede que le metan mano, ya de forma definitiva, cuando dentro de cuatro años se celebren las nuevas elecciones generales, ya hayamos salido de la crisis -esperemos- y tengan un nuevo elemento de confrontación política.
Pero lo más evidente era que esto no iba a llegar a tiempo, pero ni los que tenían el poder antes, que daban largas y aseguraban que estaría, ni los que están ahora que tampoco le van a meter la contundencia que les exigían a sus antecesores en el poder.
Alcaldesa, ya tendrá usted más tiempo de hacer la obra urbana del puente, aquella rotonda en superficie frente al Corte Inglés.... de momento no veo nada por allí...
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