Por un lado, ¿cómo es posible que en pleno otoño, con tantos días de lluvia se restaure un monumento? ¿no sería más lógico que esto se hubiera hecho en meses más benévolos desde el punto de vista meteorológico?
Por otro, la inminente cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se va a celebrar en Cádiz la semana próxima, concretamente el viernes 16 y el sábado 17 de noviembre. ¿Este es el aspecto que la ciudad constitucional de La Pepa va a recibir a los altos dignatarios, autoridades o periodistas de los países iberoamericanos con motivo de la Cumbre?
Seguro que algunos dirán que para ese día ya no habrá andamio en el monumento, tal como pasó con el monumento de las Cortes de la plaza España. Sea como fuere, ha habido tiempo de sobra para solventar la restauración y no esperar a última hora, máxime cuando ya hay, seguro, medios de comunicación que habrán mandado a periodistas de avanzadilla para cubrir los preparativos previos.
Así son nuestros gobernantes...
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